Nuestra historia

Austeridad y el Camino de los Inmigrantes



En 1969, Feliciano y Teresa se embarcaron en un proyecto en el que pusieron toda su ilusión, experiencia y ganas. Un pequeño bar, en un pequeño pueblo, famoso por su aislamiento en el extremo oriental de los Picos de Europa. Apenas 15 años antes, en un duro y extremo contexto, su hermana Victoria emigró a la Argentina. Fue una época donde muchos vecinos debieron iniciar una nueva vida, en otras tierras.


La familia puso todo su empeño en que el proyecto prosperase, porque rápidamente se dieron cuenta de que La Taberna y la elaboración del Queso de Tresviso, asegurarían que ellos pudieran quedarse en Tresviso.


Poco a poco, La Taberna de Tresviso se fue convirtiendo en un referente para los arriesgados turistas y montañeros que accedían al pueblo a través de los espectaculares senderos de la histórica ruta Urdón-Tresviso, o por una antigua pista minera que posteriormente, en 1991, se convertiría en carretera.


En 1987 el bar se traslada a su actual ubicación y en 1995 se amplía la terraza, convirtiéndola en un extraordinario restaurante-mirador, con unas vistas que quedarán impresas en tus retinas, para siempre.





La Taberna de Tresviso se transformó así, en un lugar único para descansar y reponer fuerzas, disfrutar de su bar, de su restaurante y de sus acogedoras habitaciones. Un espacio que la familia Campo fue forjando con trabajo silencioso y dedicación. Paulatinamente, los hijos de Feliciano y Teresa: Ciano, Miguel y Javier, fueron cogiendo el relevo y dando identidad a un proyecto que se convirtió en referente de toda la comarca.



<- Espeleólogos ingleses en La Taberna de Tresviso (1975)

Hombres de Tresviso tomando el vino (1988) ->



Pasaron muchos años. A Miguel le llegó el tiempo de su merecido descanso, Javier puso toda su energía, junto a su hijo César, en la elaboración del Queso de Tresviso y los caprichosos caminos de la vida terminaron cerrando un círculo virtuoso cuando en 2023 nosotros, Alberto y Aurelia, sentimos la necesidad de retornar de Buenos Aires a Tresviso, al pueblo de mi madre Victoria. Manteniendo la esencia que mis tíos Teresa y Feliciano crearon en La Taberna como bar, restaurante y alojamiento, trataremos también de transmitir nuestra visión y nuestra identidad ampliando, actualizando, modernizando y mejorando la propuesta actual.



<- Miguel y Javier regentando La Taberna



Queremos que nuestra carta sea un referente de la cocina cántabra, con propuestas que prioricen los productos y subproductos elaborados en la zona; un verdadero km 0 que contribuya a mantener la población en las zonas rurales y las actividades en curso y en desarrollo. Queremos que los visitantes tengan una experiencia agradable, que se sientan “como en casa”, en un entorno de tranquilidad y relajación, con propuestas sustentables y novedosas.




Somos herederos y continuadores de una pasión familiar.

Acompáñanos en este camino.